Cómo Propiciar mayor Rentabilidad Organizacional

Todo negocio que quiera permanecer con una rentabilidad sostenida a largo plazo tiene que aumentar sus ingresos y tratar de disminuir sus egresos. En pocas palabras, maximizar la rentabilidad. Una primera recomendación es sistematizar los procesos, es decir, organizar y ordenar la información existente con el objetivo de entender los cambios sucedidos durante un proyecto, los factores que intervinieron, los resultados y las lecciones aprendidas que dejó dicho proceso.

Al ordenar estos elementos logramos simplificar las cosas. A veces las empresas no mejoran los procesos porque no quieren invertir tiempo y dinero. El efecto de esta práctica errónea es una mayor inversión de recursos para obtener los mismos resultados deseados. La sistematización de los procesos permite organizar, jerarquizar e integrar los recursos disponibles; optimiza el uso del tiempo para hacer más con menos. Recordemos que el tiempo es un recurso no renovable y se agota.

Cuando la empresa utiliza los mapas estratégicos, logra mejores resultados. La creación de mapas estratégicos es una herramienta muy poderosa que nos ayuda a tener un norte más claro de las metas de la empresa. Igualmente sirve para focalizar al personal y evitar su dispersión.

Al establecer las metas podemos monitorear mediante ciertos indicadores el camino recorrido con mayor exactitud, revisando los logros alcanzados y analizar lo que aún nos falta por hacer. Otro aspecto clave para maximizar la rentabilidad es usar con inteligencia la tecnología disponible para disminuir esfuerzos físicos y mentales. A través de ella podemos generar información útil para tomar decisiones inteligentes que nos ayuden lograr las metas con mayor eficacia.

También contribuye a una mejor rentabilidad laboral la inclusión de las reuniones de trabajo efectivas dentro del esquema de la jornada laboral. Estas permiten el contacto frecuente, el intercambio de opiniones acerca de los procesos, así como también se focalizan en el aspecto motivacional de los empleados. Los puntos clave a tener en cuenta a la hora de dirigir una reunión y no perder tiempo ni recursos en ella son los siguientes: tener un claro el propósito de la reunión y el tema de la misma. Debe existir un líder para cada tema y definir el tiempo estimado para cada uno.

Otro factor a tomar en cuenta es el tema del bienestar dentro del espacio laboral. Cuando el empleado está sano su desempeño es superior y por ende logra mejores resultados en su gestión profesional. Por lo tanto, una decisión inteligente es proveer al personal herramientas sencillas y prácticas para manejar a conciencia los niveles de estrés. Algunos ejemplos serían: enseñar a planificar sus tareas. Tomarse un tiempo para pensar. Descansar unos minutos e intercambiar con compañeros de trabajo, Mantener la ergonomía en el lugar de trabajo, etc.

En tiempos de crisis la incertidumbre y los cambios que se presentan son quizás los elementos más relevantes y de mayor incidencia en los resultados de las empresas. Los presupuestos de las organizaciones se ven restringidos y es posible que las personas se vean limitadas a utilizar sólo los recursos disponibles para realizar su trabajo. Ahí es donde resulta necesario estimular el desarrollo de nuevas habilidades para alcanzar el éxito. Una sugerencia es revisar lo que se hace, lo que no se debe hacer y lo que se hace bien, mejorarlo. También pensar en aquellas actividades con las cuales se lograrían más y mejores resultados. Se requiere en estos momentos el desarrollo de un nuevo liderazgo que sea capaz de guiar a su equipo a un mejor mañana. Los líderes son pioneros que usan su instinto para encontrar nuevos caminos que permitan maximizar la rentabilidad de manera efectiva.

El nuevo liderazgo basa su éxito en la confianza y alienta a todos los colaboradores a expresar sus opiniones y distintos puntos de vista para encontrar soluciones creativas. Son personas que actúan con conciencia y alientan a su equipo a sentir un mayor compromiso y asumir nuevos retos y desafíos. Los líderes tienen habilidades de mediar de manera asertiva los conflictos existentes entre sus colaboradores y estimulan en ellos acciones concretas para lograr los resultados deseados. Logran que su equipo vea los conflictos como parte de la naturaleza humana y accionan ante ellos tratándolos como una oportunidad para conocer nuevas ideas y opiniones; los alienta para que resuelvan las situaciones y/o problemas de forma constructiva y los faculta con los conocimientos y las técnicas necesarias para delegar en ellos la responsabilidad de cumplir sus funciones con acierto y efectividad.

Estos líderes trabajan bajo el concepto de sinergia de equipo y sus miembros manifiestan un sentido de pertenencia. Trabajan en pro de los objetivos personales y del equipo, entendiendo que estos objetivos se logran mediante el apoyo mutuo. Estimulan la igualdad en la toma de decisiones, pero cada miembro entiende que el líder puede ser quien tome la decisión final si el equipo no puede llegar a un acuerdo por consenso. El nuevo Liderazgo hace un esfuerzo consciente y honesto para escuchar los puntos de vista y se convierte en un coach que inspira credibilidad y confianza en cada miembro de su equipo para contribuir con el objetivo de propiciar mayor rentabilidad organizacional.